Por si a aquel que lo conozca pudiera servirle de referencia, diré que Perast se parece un tanto a la isla de Hvar en Croacia, pero en más pequeño todavía. Y en menos explotado, por supuesto.
Nos alojamos en el primer hotel que se encuentra llegando desde Kotor. Los perastinos son conscientes de ser lo que son y aplican precios europeos. Pero lo merece. Salimos a dar una vuelta y a conocer a un nuevo amigo canino que, por supuesto, nos sigue. Curiosa costumbre la de los canes balcánicos. Tras el paseo, decidimos entrar a cenar en el acogedor restaurante del hotel, para proceder a la ingesta de lo que serían uno de los mejores platos de mejillones que probablemente yo haya probado en mi vida, y de arroz negro. No puede haber forma más feliz de irse a la cama.
Al día siguiente, nos permitimos una tregua atemporal para disfrutar de Perast con la luz del día, el tiempo que haga falta, hasta que decidamos hacer el petate y seguir costa abajo, hacia el Sur. Así que desayunamos tranquilamente en la terraza sobre el mar que tiene el hotel, pateamos de nuevo hacia arriba y hacia abajo sus calles, y prestamos atención a los detalles de sus antiguos palacetes. Perast es tan hermoso de día como sugería de noche. Y casi como aureola rodeando su excepcionalidad, resulta ser la única jornada de pleno sol y calor que hemos tenido (y tendremos) en el viaje.
Esta mañana está siendo 26 de septiembre de 2008
6 comentarios:
Cuando seamos guiris alemanes jubilados, podíamos volver a Perast a comer otro arroz negro y unos mejillones de esos tan ricos... ñam!
Lo describes tan bien que ganas me dán de ir... el día que pueda. Y el que La Acompaña dice eso de guiris alemanes jubilados... ¿hay viaje por fin a las germánicas tierras para quedarse?. Ya me gustaría tomarme un café con la Tremo y su acompañante ya. En fin, un saludo, este blog me parece aún mejor que el anterior (en mi blog mentí miserablemente, no quería que se te llenara de turistas al uso y de cabeza hueca). Gracias por escribir, no dejes nunca de hacerlo.
¿como has tardado tanto en enseñarnos Perast? Desde Septiembre esperando; con lo bonito y coquetón de tiene que ser.
Y además esos platazos de mejillones; y yo que creia que los mayores platos de mejillones los comias en Bruselas.
A mi también me estan dando ganas de darme un voltio por Perast, antes de que llegue la gran invasión de turismo en masa y lo fastidie.
Y.... por favor continua con el viaje para que podamos conocer aquello con tus comentarios y las fotos "del que te acompaña" y sin tener que esperar a ser "guiris alemanes" (cosa que nos resultará dificil). Ciao
Señá Tremolina, que sepa usté que me parece muy mal, pérfido, malvado y ofensivo, que tenga usté tan olvidao al pobre astrolabio. Que escribe usté con cuentagotas, leñe, y algunos estamos necesitados de estas pequeñas perlas de literatura viajera.
Un saludo.
Hola Tremolina... y compañias!!
Me encanta leerte cuando el curro me da un respiro. Eres mi Marian Keyes española... alomejor te suena a insulto pero para mi es lo más, aunque eso no diga mucho de mi persona.
Toi deacuerdo con el Napias. Hay que sacar tiempo del tiempo y actualizar el Astrolabio.
Ah!! me encantan las fotos!!! "ese que te acompaña" tiene futuro con la cámara.
(Perdón, el comentario mío del post posterior a este era respuesta a a este comentario de Anónimo. De nuevo, la técnica me ha superado...)
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