domingo, 25 de enero de 2009

Días 6/7: Perast Mon Amour

Perast significa colarse en una aldea de la Italia del Renacimiento, que a ratos salta a una película de los 60. Es el último reducto virgen del Mediterráneo, la única noche con silencio, los únicos hoteles de 6 habitaciones, las últimas calles de adoquín sin aderezo. Perast es la sorpresa en la que debe sumergirse aquel que quiera separarse del mundo y de sí mismo, antes de que los botes cargados de grupos de turistas dejen de venir sólo para dar un breve paseo por el malecón como parte de una excursión, y vengan para quedarse. Y los callejones se multipliquen y las paredes se fabriquen en serie y con pladur. Esperemos que la Unesco lo evite, siendo como es patrimonio suyo.



Por si a aquel que lo conozca pudiera servirle de referencia, diré que Perast se parece un tanto a la isla de Hvar en Croacia, pero en más pequeño todavía. Y en menos explotado, por supuesto.


Nos alojamos en el primer hotel que se encuentra llegando desde Kotor. Los perastinos son conscientes de ser lo que son y aplican precios europeos. Pero lo merece. Salimos a dar una vuelta y a conocer a un nuevo amigo canino que, por supuesto, nos sigue. Curiosa costumbre la de los canes balcánicos. Tras el paseo, decidimos entrar a cenar en el acogedor restaurante del hotel, para proceder a la ingesta de lo que serían uno de los mejores platos de mejillones que probablemente yo haya probado en mi vida, y de arroz negro. No puede haber forma más feliz de irse a la cama.

Al día siguiente, nos permitimos una tregua atemporal para disfrutar de Perast con la luz del día, el tiempo que haga falta, hasta que decidamos hacer el petate y seguir costa abajo, hacia el Sur. Así que desayunamos tranquilamente en la terraza sobre el mar que tiene el hotel, pateamos de nuevo hacia arriba y hacia abajo sus calles, y prestamos atención a los detalles de sus antiguos palacetes. Perast es tan hermoso de día como sugería de noche. Y casi como aureola rodeando su excepcionalidad, resulta ser la única jornada de pleno sol y calor que hemos tenido (y tendremos) en el viaje.


Esta mañana está siendo 26 de septiembre de 2008

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando seamos guiris alemanes jubilados, podíamos volver a Perast a comer otro arroz negro y unos mejillones de esos tan ricos... ñam!

dezaragoza dijo...

Lo describes tan bien que ganas me dán de ir... el día que pueda. Y el que La Acompaña dice eso de guiris alemanes jubilados... ¿hay viaje por fin a las germánicas tierras para quedarse?. Ya me gustaría tomarme un café con la Tremo y su acompañante ya. En fin, un saludo, este blog me parece aún mejor que el anterior (en mi blog mentí miserablemente, no quería que se te llenara de turistas al uso y de cabeza hueca). Gracias por escribir, no dejes nunca de hacerlo.

Anónimo dijo...

¿como has tardado tanto en enseñarnos Perast? Desde Septiembre esperando; con lo bonito y coquetón de tiene que ser.
Y además esos platazos de mejillones; y yo que creia que los mayores platos de mejillones los comias en Bruselas.
A mi también me estan dando ganas de darme un voltio por Perast, antes de que llegue la gran invasión de turismo en masa y lo fastidie.
Y.... por favor continua con el viaje para que podamos conocer aquello con tus comentarios y las fotos "del que te acompaña" y sin tener que esperar a ser "guiris alemanes" (cosa que nos resultará dificil). Ciao

Anónimo dijo...

Señá Tremolina, que sepa usté que me parece muy mal, pérfido, malvado y ofensivo, que tenga usté tan olvidao al pobre astrolabio. Que escribe usté con cuentagotas, leñe, y algunos estamos necesitados de estas pequeñas perlas de literatura viajera.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola Tremolina... y compañias!!

Me encanta leerte cuando el curro me da un respiro. Eres mi Marian Keyes española... alomejor te suena a insulto pero para mi es lo más, aunque eso no diga mucho de mi persona.

Toi deacuerdo con el Napias. Hay que sacar tiempo del tiempo y actualizar el Astrolabio.

Ah!! me encantan las fotos!!! "ese que te acompaña" tiene futuro con la cámara.

La Tremolina... dijo...

(Perdón, el comentario mío del post posterior a este era respuesta a a este comentario de Anónimo. De nuevo, la técnica me ha superado...)