jueves, 27 de noviembre de 2008

Día 5. Había una vez un circo.

Nos despertamos y, tras una ducha como dios manda con su agua caliente y otros lujos, nos disponemos a emprender, de nuevo, la marcha. Hace un sol espléndido y la casa de Vesna parece un anuncio: en las montañas, con su redoble de naturaleza penetrando por todos los sentidos. Qué delicia de día.



Hemos decidido recientemente que, en lugar de llegar a la costa de Montenegro por las montañas serbias de Zlatibor, vamos a atravesar el sureste de Bosnia. Supone un país más en esta gimkana geoestratégica que nos hemos organizado, pero, pese a las dudas y la inquietud por lo desconocido (¿cuán estable será la zona? ¿Qué nos vamos a encontrar? ¿Podremos atravesar con el coche, de matrícula serbia, sin problemas? ¿Nos dará tiempo a cruzar y llegar a lugar civilizado en Montenegro en un solo día?), las ganas son muchas. Mejor oportunidad no vamos a tener. Así que agarramos el mapa y arrancamos, rumbo a río. Al río Drina, concretamente.


La zona de Bosnia-Herzegovina que vamos a atravesar forma parte de la llamada "Republika Sprska", la "república serbia" de Bosnia. El problema principal con el que se encontró Bosnia (BiH, en lo sucesivo, que son sus "siglas" identificativas internacionalmente) y que la llevó a una guerra tan cruenta, es el reparto de su población. En el momento en que BiH declara su independencia en 1992, hay en el país algo más de un 40% de bosníacos (musulmanes, habitantes de la zona que se convirtieron a esta religión siglos ha, cuando el Imperio Otomano regía en el lugar), más de un 30% de serbo-bosnios (ortodoxos, serbios enviados a la zona también siglos ha, para luchar en la que era frontera del Imperio Otomano, que atravesaba la actual BiH), y el resto, bosnio-croatas (católicos, que habitan en zonas anexas a la frontera con este país). Estos porcentajes tan relativamente homogéneos no se daban en ninguna otra de las seis repúblicas que componían Yugoslavia. Bien, la jefatura del gobierno de BiH era rotatoria para los representantes de las tres "etnias", y el país declara su independencia cuando la mentada jefatura está ocupada por Izetbegovic, el dirigente del partido que representaba a los bosníacos.

El famoso Karadzic (ese al que detuvieron en Belgrado hace unos meses) era el dirigente serbo-bosnio. Él ya había advertido de que los serbo-bosnios no iban a admitir la independencia de BiH de Yugoslavia. Los serbo-bosnios no querían desligarse del resto de los serbios. Y la devastadora guerra civil comenzó.
Los serbo-bosnios querían la escisión de la parte de país que ocupaban (toda una franja tocante con Croacia al norte y con Serbia al este, hasta llegar al sur, pasando muy cerca de Sarajevo, la capital del país), y la permanencia de ésta en Yugoslavia. En fin, no entraré en detalles sobre la guerra, pero el resultado de la misma surgido de los Acuerdos de Dayton fue que BiH se constituía en dos entidades, siendo una de ellas la Republika Sprska, que si bien quedaba dentro de las fronteras de BiH (y por tanto, pertenece a ésta), sí gozaba de cierta autonomía. Banja Luka, al norte, es su capital.

La breve explicación previa sirve para que se comprenda mejor esta parte de la expedición. Nosotros íbamos a atravesar Bosnia por la franja este-sur, es decir: íbamos a atravesar en realidad parte de la Republika Sprska, pasando principalmente por las localidades de Visegrad, Gorazde y Foca, siendo Gorazde la única que no pertenece de facto a la mentada Republika. Pero de esto ya hablaremos más adelante.
El caso es que estos tres nombres resonaron con relativa frecuencia en los telediarios de los años 93, 94 y 95. Fueron escenario de terribles capítulos durante la guerra de Bosnia (1992-1995). Las dos entidades de BiH, hoy por hoy, siguen dandose la espalda: nadie quedó contento con lso Acuerdos de Dayton. Y nosotros no sabíamos qué nos íbamos a encontrar. Yo ya había estado en Bosnia... pero en el otro lado. En el lado de las ciudades grandes, los lugares turísticos... no en los pueblos de montaña teñidos de bermellón en calles y escuelas.


Hoy era 24 de septiembre de 2008. Y hacia allá nos dirigimos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena lección de historia balcanica; como se nota que te gusta el tema.
Y si todas las guerras son terribles; las civiles aún peor, porque después hay que convivir entre odios, envidias y rencores.
Espero continuar el viaje en breve y con fotos de la zona que debe de ser muy bonita.